Hasta ahora, uno de los mejores soundtracks que he oído. Su particular mezcla entre bolero, jazz, violín, piano, música de cámara, guitarras y sonidos asiáticos se amalgama perfectamente a las escenas de la película.

Juguetona, alegre, trágica y melancólica es la colección de 36 tracks compuestos por Kitti Kuremanee, que envuelven los mejores momentos del film. Para muestra una de las mejores escenas de la película, donde la música se funde con la triste confesión de Mew (Witwisit Hiranyawongkul) y la angustia de la madre de Tong (Mario Maurer) mientras lo busca por la ciudad.