Luego del inesperado y arrollador éxito del excelentísimo Lungs, mucho se especuló sobre la nueva placa de Florence Welch, que si sería más rockera, si iría más tirada al soul, si sería oscura e introspectiva, etc. Lo único concreto es que ahora Florence era famosa y aclamada. ¿Cómo afectaría eso a su nuevo trabajo? ¿Se quebraría frente al éxito repentino y terminaría perdida como tantos otros artistas que debutaron bien y terminaron mal?

Afortunadamente (y creo que más que fortuna aquí hay talento), el nuevo disco de la australiana es tan o más bueno que el anterior. Es cierto que hay ciertos cambios, pero no te preocupes que el estilo es muy similar al del disco debut, con la diferencia que Ceremonials es más épico, más relajado y obviamente, está mejor producido.

Las 12 rolas Ceremonials se mueven entre lo que sería una continuación de Lungs y un sonido mucho más soul, sin perder la cualidad de carnaval sonoro a la que Florence nos acostumbró: todo sigue ahí, los grandes coros, arpas, percusión épica, pero sobre todo la maravillosa voz que se mueve y se adapta, como pez en el agua, a cualquier pista.

Lo realmente diferente y hasta cierto punto, novedoso, podríamos encontrarlo en la versión deluxe de Ceremonials, que incluye 8 tracks adicionales entre rolas que se dejaron fuera de la selección oficial, demos y acústicos. Entre las rolas adicionales encontramos joyas como "Strangeness and Charm", "Remain Nameless" (sintetizadores y una onda a lo Bjork) y "Bedroom Hymns" (lo más parecido a Lungs).

Un disco brillante, de factura impecable, muy disfrutable y, lo más importante, que marca la pauta a seguir para una de las mejores artistas de los últimos años. Florence logró superar la gran prueba del segundo álbum con nota sobresaliente. Muy, pero muy recomendable :D

Nota: Por supuesto, la propuesta visual sigue siendo impecable, un verdadero regocijo.