La segunda y última entrega de esta dignísima adaptación cinematográfica del manga es mejor de lo que cabría esperar. Y es que desde el principio mucho criticaban la adaptación por no ser demasiado fiel al manga o la serie animada o no tener las dosis exageradas de sangre de éstas. Pero Gantz: Perfect Answer pudo más y deja constancia que con poco presupuesto y mucho talento puede hacerse una pela como las que deberían hacerse más seguido.
Los protagonistas son los mismos: Kei Kurono (Kazunari) y Masaru Kato (Kenichi Matsuyama); y la trama se desarrolla inmediatamente después de la primera parte (a lo Kill Bill). [Spoiler] Cinco meses después de la muerte de Kato, Kei está decidido a reunir los 100 puntos que le permitirán revivir a su amigo. Sólo una misión más y lo logrará. Pero las cosas parecen salirse de control cuando Kato se aparece de la nada buscando la llave a la habitación donde las esfera negra se oculta... ¡Hey! ¿Kato no estaba muerto? ¿Es el verdadero Kato? La línea entre el plano de Gantz y el nuestro se desdibuja, las cosas se complican, el final está cerca. [Fin del Spoiler]
A diferencia de la primera parte, Gantz Perfect Answer cuenta con menos escenas de acción, pero eso sí, las pocas secuencias que incluye son alucinantes: la escena del tren es de lo mejor que se ha hecho en muchísimo tiempo. Nuevamente el director Shinsuke Sato se las arregla para cargar de suspenso casi cardíaco las más de 2 horas de metraje. Las actuaciones siguen siendo buenas; y salvo una que otra escena demasiado melodramática, la línea argumental y el desarrollo de los personajes so bastante buenos.
Pero eso sí, de Perfect Answer no tiene mucho pues quedan muchas preguntas sin responder. Sin embargo, el final es muy bueno y cierra muy bien la historia que en el manga aún no termina. El balance total: Muy buena. Es intensa, entretenida, espectacular y hasta emotiva. Muy, pero muy recomendable.
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