El cine de Woody Allen siempre me ha llamado la atención: curioso, obsesivo, divertido... pero son los diálogos, su particular forma de contar historias y sus neuróticos personajes lo que más me atrae.

Y así como es bueno con la comedia, Woody ha demostrado que también puedo manejar con maestría la tensión y el suspenso con una muy notable Match Point. Volviendo pues al sendero de la comedia, Allen presenta Medianoche en París, con la que rinde tributo a la ciudad de las luces como hiciera antes a su querido New York.

Gil (Owen Wilson) es un guionista de Hollywood que viaja a París junto a su prometida Inez (Rachel McAdams) de vacaciones, y de paso para acompañar a los padres de ésta en su viaje de negocios. Gil, harto de las guiones, quiere escribir su primer libro... pero no encuentra la motivación que le hace falta. Cuando el frustrado escritor, enamorado de la ciudad, sale a dar un paseo nocturno encontrará la inspiración que tanto buscaba de la mano de sus escritores favoritos y el París de los años 20 que ansiaba conocer. Con cada paseo, Gil estará más cerca de terminar su obra pero más lejos de la mujer que ¿amaba?

Allen teje una divertidísima y fantástica historia, mezclando el ayer y el hoy en un guión plagado de referencias a los grandes artistas del siglo XX. Así, en las nocturnas aventuras de Gil nos toparemos con Hemingway, Picasso, Buñuel, TS Elliot, Fitzgerald y muchos más. Esta interesante premisa evoca un cierto aire onírico, melancólico y también romántico... aquí hay amor, mucho amor al arte y a París.

Actuaciones bastante buenas, una fotografía cálida y una banda sonora que complementa muy bien cada escena es lo que tendremos en esta bella película del maestro Allen. Medianoche en París es de esos títulos que hacen que te enamores de la vida. Muy, pero muy recomendable :D