Por Cristian Javé:
“Vivir cada día como si fuera el ultimo” o “El tiempo es oro” son frases con las que nos hemos cruzado más de una vez durante diferentes etapas de nuestra vida, pero… ¿Se imaginan si dichas frases fueran literales?
Este es el caso de Will Salas (Justin Timberlake), un joven de clase baja viviendo en una época futurista donde el gen de envejecimiento a sido apagado y las personas dejan de envejecer a los 25 años. Sin embargo, llevan estampado en el brazo un reloj que les indica cuento les queda de vida después de cumplir dicha edad.
Para evitar la sobrepoblación, el tiempo de vida de cada persona se ha vuelto la moneda corriente y la forma de pago de lujos y/o necesidades básicas. En otras palabras, los ricos pueden vivir para siempre mientras que los pobres deben trabajar sin descanso para poder vivir un día más.
La historia arranca cuando un sujeto de clase alta llamado Henry Hamilton (Matt Bomer) transfiere literalmente toda su vida a Will, quedándose con apenas minutos que lo llevan a su tan esperada muerte.
Acompañado por Sylvia Weis (Amanda Seyfried), una joven de clase alta cansada de una vida sin emoción, Will tendrá que escapar de la fuerza policial conocida como Timekeepers a cargo de Leon (Cillian Murphy) que lo acusan de la muerte de Henry; a su vez, también lidiar con una pseudo mafia liderada por Fortis (Alex Pettyfer) y todo antes de que se le acabe el tiempo.
Escrita y dirigida por Andrew Niccol (escritor/director de películas como “Gattaca” y “S1m0ne”). Con un historia bien interesante de fondo, una dirección decente y un atractivo tratamiento visual calido, Niccol nos trae una nueva entrega bastante fiel a su estilo; siempre plasmando temas sociopolíticos a través del punto de vista de la fantasía y/o ciencia ficción.
Si hay que hablar de las actuaciones se debe mencionar el esfuerzo de Timberlake por trascender en su carrera cinematográfica siempre tratando de elegir papeles diversos; si bien aun no convence del todo, su actuación no fue mala. Por otro lado, la actuación de Seyfried pudo ser mucho mejor pero manteniendo su encanto característico logro personificar bien su papel y robarse la cámara cada vez que salía en encuadre. Al igual que el siempre camaleónico Murphy; si bien su actuación es convincente, no logra llegar al nivel de sus antecedentes.
A pesar de un ritmo dinámico que flojea y un soundtrack plano que desencaja en ciertas escenas, In Time logra cumplir con lo básico: ENTRETENER AL PÚBLICO.
Júzguela usted mismo.
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