El cuarto álbum de la agrupación Californiana de Drum & Bass es una mezcla entre elegancia, estilo y parranda: el soundtrack perfecto para una fiesta en un exclusivo Lounge donde todos vistan de blanco y no deje de correr el champagne.

Por ahí que tiene algo de funk, algo de disco, algo de new wave y bastante de acid jazz y electrónica; que podría recordar por momentos a Jamiroquai, aunque también a los Chemical Brothers o incluso a Moby.

Las 9 rolas + 2 bonus track que contiene el álbum son gozadoras, y el disco es ideal para escucharlo de noche. Otro plus de Chk Chk Chk son los videos, bastante elaborados y divertidos de ver, que recogen la buena onda de su música. Nada muy complicado ni pretencioso, simplemente música para el chillin'. Muy recomendable.