Por Omar Rubio:Son solo dos, estadounidenses, esposos, jóvenes y enamorados del mar. Tal es así que vendieron todo el equipo musical que tenían, compraron un yate (un Cape Dory) y salieron en busca de la felicidad, allá donde el ritmo del mar no solo ofrece tranquilidad, sino también, inspiración. Y esta se volcó en su primer LP (pues sí, son jóvenes en todo sentido), donde transforman aquellos paisajes y sensaciones que las bahías de Bimini y Marathon les regalaron en tranquilizante surf pop. Escuchar Tennis te recuerda que el verano ya llegó, es sentir la brisa marina recorriendo el rostro, las olas bailar con justos movimientos a go-go y el sol dilatar ese cálido romanticismo.
No hay mucha vuelta que darle, una guitarra sencilla en manos de Patrick Riley, saltando de nota en nota, con rasgueos simples y constantes, acompañados por la aún adolescente voz de Alaina Moore y sus playeros "uuuh uuuhs". La cosa es simple, y es que la verdadera felicidad no está en lo complejo.
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