Por Luis Vidal:
La verdadera amistad y la lealtad son esas cosas que se ven tan poco en estos días que nos sorprenden historias tan dulces como la que cuenta Hachiko.
Parker es un profesor universitario y viaje en tren a diario. Una noche, al volver de la universidad, se topa con un cachorrito de raza Akita en la estación del tren y al no poder encontrar a sus dueños lo lleva a casa. Sin nada que ayude a identificar el lugar de procedencia del perro, salvo un collar con el kanji "Hachi", Parker decide quedarse con él, iniciando una entrañable amistad que sobreviviría a todo, incluso a la muerte.
Hachiko es la historia de una amistad sin precedentes, de un vínculo tan fuerte que no conoce fin. De producción sencilla pero cuidadosa, la película se queda en el vínculo de los protagonistas, pues muestra también como una relación puede crear o alterar aquellas que la rodean: somos mejores personas porque amamos.
La película tiene muy buenas actuaciones, destacando por supuesto la de un veterano Richard Gere que conmueve con el cariño que le tiene a su familia, incluid su mascota. Sin embargo, las palmas se las lleva el can que interpretó Hachi pues, sumado a una buena dirección, hace creer al espectador que está viendo a una persona más en pantalla y no a un perro.
Las escenas dramáticas están bien balanceadas con otras bastante graciosas y aunque no te hará llorar a mares si te emocionará. Mención aparte merece el soundtrack, que es una delicia: dulces melodías de piano que enternecen cada instante de la película. Muy recomendable :D
Pdta: Lo sorprendente es que esto no salió de la imaginación de ningún guionista pues sucedió en la vida real. La historia original data de 1923 y se dio en Shibuya, Japón; en donde se erigió una estatua en honor a Hachi.
0 comentarios