Hablando de estereotipos y prejuicios esta película cae como anillo al dedo. Megamente recoge los viejos estereotipos de las películas de superhéroes y los pone de vuelta y media en una de las películas más divertidas del año.
Megamente es el último sobreviviente de un lejano planeta y es enviado a la tierra para cumplir su destino... sólo que en el interín se topa con otro colega extraterrestre (Metro Man), que muy a lo superman, se convierte en el héroe de Metro City. Así, Megamente descubre su razón de ser: llegó a este planeta para hacer el mal y convertirse en el eterno rival de de Metro Man. Su épica rivalidad llevará a nuestro... villano? a convertirse en héroe para salvar lo que poco a poco aprendió a querer.
Técnicamente, Megamente tiene una calidad excelente y aunque no ha revolucionado el mundo de la animación tiene escenas preciosas y muy bien logradas (la escena de la despedida en la lluvia es casi real).
De la mano de Will Ferrell (Megamente) y Brad Pitt (Metro Man) la comedia está asegurada, hace mucho que no reía tanto en el cine. La película está plagada de gags y referencias a clásicos y destacan las hechas a Karate Kid y Superman (la parodia de Marlon Brando es hilarante). Y también hay mucha emoción pues las peleas son espectaculares y las escenas de acción son trepidantes. ¿Y romance? también lo hay y es sublime... La película lo tiene todo y muy bien balancedado :D
Pero la gracia de Megamente radica en su mensaje: somos las decisiones que tomamos y no lo que los otros piensan de nosotros. Megamente tiene que ser el villano más simpático de la pantalla y cualquiera podría enamorarse de él, por qué? porque no la tuvo fácil: detestado desde pequeño (a pesar de ser un genio), solitario, sin familia (excepto por su inseparable y simpático Servil) que sólo busca su camino en la vida. Acaso no te has sentido así alguna vez?
Y qué pasa cuando el villano trata de hacer las cosas bien? También es rechazado... estamos tan marcados por nuestros prejuicios y temores que es difícil darle una segunda oportunidad a los demás. Y ahí es donde la película se eleva sobre otras, pues todos los personajes son víctimas de la presión social y los estereotipos. En otras palabras: Megamente tiene su quid en el juego de roles sociales (Metro Man es el claro ejemplo).
Mención aparte merece el soundtrack, plagado de piezas instrumentales muy emotivas y, para los rockeros como yo, un sin fin de clásicos ochenteros que incluyen a: Ozzy Obsbourne, Guns 'n' Roses, AC DC y demás; estas canciones son la delicia de las espectaculares entradas de Megamente, siempre preocupado por darle un buen espectáculo a la gente... cómo no amarlo? :D
Megamente es de esas películas que te dejan algo bueno al terminar de verlas... un no sé qué que lo hace sentir a uno lleno de ganas de hacer cosas, de ser mejor... al menos a mi me pasó xD Oh, lo olvidaba. La película se disfruta más en 3D Tienes que verla, te prometo que no te arrepentirás :D
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